CONOCE A LA ABOGADA LANEY
LA PRUEBA DE QUE PUEDES TENERLO TODO
(SIN PERDERTE EN EL PROCESO)
No tienes por qué conformarte: puedes brillar con tus tacones altos y con tus estándares aún más altos.
Hola, soy Laney Tucker — una abogada corporativa radicada en el sur de California y creadora de contenido que ha dominado el delicado arte del equilibrio en una de las industrias más exigentes.
Tras casi ocho años ejerciendo en BigLaw y roles in-house, aprendí que el éxito no tiene por qué costarte la cordura, el estilo o la vida social.
Creé Laney the Lawyer para mostrarles a las mujeres ambiciosas que puedes prosperar en tu carrera, elevar el Listón ⚖️ en tu vida amorosa y aún así dedicar tiempo a lo que te hace sentir viva—viajes, bienestar y un toque de lujo.
DEL AGOTAMIENTO AL EQUILIBRIO
Me gradué de la facultad de derecho en 2017 y pasé más de cinco años en BigLaw triunfando profesionalmente, pero agotándome a nivel personal.
Como muchas mujeres de alto rendimiento, tenía el título, el salario y el prestigio… pero dejé de priorizarme.
Durante la pandemia, el trabajo remoto me dio una muestra de lo que el equilibrio podía ser.
Cerraba contratos multimillonarios a las 9 p.m. y luego me iba a bailar en Miami. Tomaba llamadas con clientes por la tarde y surfeaba en Waikiki al atardecer. Por primera vez, vi que una vida de logro y disfrute podía coexistir.
Transicioné a un rol interno, pensando que un ritmo más lento haría el trabajo sostenible sin considerar que el problema no era el trabajo, sino cómo había abandonado mis hobbies y mi esencia mientras lo hacía.
Después de dos años de trabajo interno, tomé un sabático y me mudé a la Ciudad de México.
MÉXICO, MÚSICA Y PROPÓSITO
En México, me reconecté con las partes de mí que había descuidado—mi amor por el idioma, la comida, la cultura y la comunidad.
Colaboré con YouTubers locales, grabé reseñas de tacos y redescubrí cuánta alegría siento al conectar con la gente.
También viajé por Europa—bailando en festivales de música electrónica, visitando amigas en España y aprendiendo a simplemente ser.
Esa temporada me enseñó lo que ningún título en derecho podría: que la conexión contigo misma es la base del éxito.
REDEFINIR LO QUE SIGNIFICA “TENERLO TODO”
Cuando volví a BigLaw, me hice una promesa: esta vez, construiría una versión del éxito que me incluyera. Empiezo mis mañanas con meditación y ejercicio, camino por la playa en las tardes y hago tiempo para citas, conciertos y aventuras —sin culpa.
Porque aquí está la verdad: no puedes servir desde una copa vacía, y el equilibrio no se trata de hacer menos—se trata de vivir con intención.
Puedes trabajar las horas, cerrar los contratos y aun así disfrutar tu vida.
Puedes usar tacones y mantener intacta tu alma.
Puedes tenerlo todo — siempre y cuando conozcas tu porqué.
AYUDANDO A MUJERES A REDEFINIR LA AMBICIÓN, UNA HISTORIA A LA VEZ
A través de mi plataforma, comparto el lado real de la vida legal—logros profesionales, momentos de moda, viajes de lujo y reflexiones honestas sobre citas, límites y recuperación del burnout.
Mi contenido empodera a las mujeres para:
• Prosperar en sus carreras sin perder autenticidad
• Elevar sus estándares en relaciones y amor propio
• Construir la confianza para diseñar una vida que se sienta tan bien como se ve
Ya sea que hable de trabajo, amor o bienestar, mi mensaje es el mismo: el éxito sólo es verdadero cuando está alineado con tu esencia.
PARA MARCAS Y COLABORACIONES
La Abogada Laney es una plataforma de estilo de vida en crecimiento para mujeres ambiciosas y globales. Mi audiencia incluye jóvenes profesionales, abogadas y creativas que navegan la vida moderna, las citas y la ambición con humor y corazón.
Me asocio con marcas que se alinean con mis valores—desde moda, belleza y viajes hasta bienestar, finanzas y desarrollo personal—para crear contenido que inspire a las mujeres a vivir plena y valientemente.
Cuando no estoy redactando contratos o creando contenido, estoy descubriendo los mejores restaurantes del sur de California y de México, subiéndome a un vuelo rumbo a Europa, o pasando tiempo con amigas que me recuerdan que el “balance” no se trata de perfección, sino de presencia.